03.25.08
Noticias

Entrevista: Franklin Bustillos, de la Fundación Popular

El educador Franklin Bustillos (a la derecha), director de la Fundación Pueblo de Bolivia, cuyo Programa de Alojamiento Familiar Estudiantil cuenta con el apoyo de la Fundación Kellogg, evalúa los impactos del programa y explica la importancia para el futuro del proyecto de ser uno de los ganadores del premio Experiencias en Innovación Social.

¿Cómo surgió el Programa de Alojamiento Familiar para Estudiantes?
Una de las principales razones para la creación del Programa de Alojamiento Familiar Estudiantil fue ofrecer una solución alternativa a los grandes problemas que impedían a los niños y niñas completar su educación primaria, causados en gran medida por la dispersa distribución geográfica de la población y de los centros educativos de la región. Se pretendía obtener una oferta más amplia de educación primaria y, lo que es más importante, una distribución más equitativa entre la población urbana y la rural. En consecuencia, se hizo hincapié en los grupos de población más vulnerables, especialmente las niñas de pequeñas comunidades dispersas que abandonan la escuela en un número desproporcionadamente alto.


¿Cuáles fueron los retos más importantes a los que se enfrentó el programa?

Conseguir que la gente aceptara este tipo de programa. Se consiguió y lo demuestra la confianza que tienen los padres en enviar a sus hijas a estudiar fuera de casa. Al principio, el porcentaje de niñas en el programa era sólo del 32%. Pero en tres años, la cifra había subido al 45%. Otro Los retos incluían conseguir que las comunidades beneficiarias se encargaran ellas mismas de la administración del programa, asegurarse de que recibían suficientes recursos de los gobiernos municipales para mantenerlo en funcionamiento y garantizar que todos los implicados cumplían con sus deberes y compromisos, a fin de mejorar gradualmente la calidad del programa.

¿Qué logros y enseñanzas destacaría?
Aproximadamente 280
indígena niños y niñas del norte de Potosí acuden ahora, cada año, a una escuela que les proporciona una educación primaria completa (hasta el grado). En cuatro de los seis centros escolares, el porcentaje de niñas aumentó de aproximadamente el 32% en 2004 al 45% en 2006. El programa ha mejorado enormemente la asistencia escolar de los alumnos participantes. La probabilidad de que permanezcan en las escuelas donde llevamos a cabo el programa es casi el doble que antes. Además, los conocimientos académicos y desempeño de los alumnos también han mejorado espectacularmente, al igual que la calidad general de la enseñanza en las escuelas donde operamos. Y se han creado nuevas fuentes de ingresos para más de 80 mujeres de indígena que trabajan como anfitrionas y cocineras. Hoy en día, el programa goza de un amplio reconocimiento y goza de la confianza y apoyo de todos los miembros del sector educativo comunidad. El programa se ha ganado la confianza de los padres de la región, lo que se refleja en el aumento del número de niñas participantes. Las autoridades educativas y los profesores dan gran importancia al programa en virtud del aumento del número de alumnos y la mejora de la calidad de la educación en sus escuelas. La gente contribuye permanentemente con acciones concretas (como la construcción de oficinas y restaurantes) y con la administración, habiendo abrazado el programa como una parte indispensable de sus comunidades. Los gobiernos municipales han contribuido con una parte cada vez mayor de la financiación del programa, cubriendo el 60% de los costes directos en 2006 y el 100% este año. Además, existe una fuerte demanda del programa por parte de los distritos municipales y las escuelas de Otro . En los últimos dos años, hemos recibido más de 50 solicitudes de diferentes centros y distritos municipales del norte de Potosí, del vecino departamento de Oruro y también del departamento de La Paz para implementar el Programa de Alojamiento Familiar Estudiantil en sus jurisdicciones. Todos los peticionarios han demostrado su voluntad de asumir una parte importante de los costes.


¿Cómo responden las comunidades a esta iniciativa?


Apoyaron el programa desde el principio y su apoyo fue creciendo a medida que se desarrollaba el modelo, por varias razones. Se dieron cuenta de que el programa beneficiaba no sólo a los niños y niñas de las comunidades aisladas, sino también a la comunidad , donde se encuentra la Unidad Central, a través de la creación de puestos de trabajo, que, sumados al aumento del número de alumnos, estimulaban la actividad económica. A esto se añade la mejora de la calidad de la educación, que ha beneficiado a los niños y niñas que viven en estas comunidades. La población local, principalmente la de las comunidades que albergan las Unidades Centrales, comenzó gradualmente a involucrarse más con el programa, participando (a través de sus autoridades y representantes) en la selección de las madres anfitrionas y los beneficiarios, en las reuniones y evaluaciones de fin de año y, sobre todo, manteniendo la presión para garantizar los recursos públicos necesarios para mantener el programa en funcionamiento.


¿Y los alumnos?¿Cómo han aprovechado la oportunidad de estudiar y qué dicen del futuro?


El Programa de Alojamiento para Familias de Alumnos ha sido para muchos chicos y chicas su única forma de seguir en la escuela y la mayoría de ellos ha aprovechado la oportunidad. Los niños y niñas asisten ahora a clase con regularidad y participan con entusiasmo en las actividades del programa Otro actividades - como la Sala de Juegos y Estudio apoyo.

¿Cuál es, en su opinión, la posibilidad de que el programa sea sostenible y continúe?

La sostenibilidad sólo se logrará si el Estado, a través de los gobiernos municipales, asume la responsabilidad de garantizar el acceso a la educación primaria. Hay muchas posibilidades de que el programa sea autosostenible, ya que podría financiarse con los fondos de que ya disponen los gobiernos municipales. Este año, en los distritos municipales del norte de Potosí, donde funciona el programa, los gobiernos locales están cubriendo el 100% de los costes actuales, tras haberse comprometido a pagar, en los tres primeros años, el 20%, el 40% y el 60%. Sin embargo, todavía hay que seguir convenciendo a los gobiernos municipales, que siguen dando prioridad a los proyectos de infraestructuras. En algunas regiones de Bolivia, el problema del acceso y la asistencia a la escuela es tan grave que los recursos de que disponen los gobiernos municipales son insuficientes para abordar la cuestión. En estos casos, será necesario involucrar a Otro niveles de gobierno, como los prefectos de departamento (gobernadores) y el Ministerio de Educación. En 2007, la Fundación Popular emprendió una intensa campaña para alcanzar este objetivo.

¿Por qué era importante competir en el proyecto Experiencias en Innovación Social y cómo ayudará al programa en Bolivia el hecho de ser ganador del premio?
Nos pareció importante concursar por tres razones. Queríamos:

1. Promover un nuevo modelo para facilitar el acceso y la asistencia a la escuela (pero no el sistema tradicional de internado) y demostrar su éxito;
2. Compartir nuestras experiencias exitosas con Otro países con problemas similares de acceso a la escuela en regiones donde hay que recorrer largas distancias para llegar a la escuela;
3. Ganar reconocimiento para el programa en toda América Latina.

Esperamos que ser uno de los galardonados del proyecto contribuya a mejorar nuestras relaciones con las autoridades nacionales bolivianas, concretamente con el Ministerio de Educación, y también con los prefectos de los departamentos, y les inspire para declarar el Programa de Alojamiento Familiar para Estudiantes de ámbito nacional políticas en el país y destinar los fondos necesarios para garantizar su sostenibilidad.

Leer también